miércoles, 22 de octubre de 2014

Hagas lo que Hagas, Hazlo con Excelencia

Nunca fue uno de mis talentos cocinar, y como no era una pasión cada vez que me tocaba cocinar lo hacía apresuradamente y por lo tanto las cosas no me salían como esperaba que quedaran.  Así nos acostumbramos a hacer muchas cosas, rápido, con prisa y mal hechas; justificándonos en que no somos buenos para ello, pero sin poner nuestro mejor esfuerzo para hacer las cosas bien.

La Escritura también tiene un consejo para esto y creo que aunque hoy escuchamos hablar de calidad total, la Biblia tenía esta propuesta desde hacía mucho tiempo, nos invita a hacer lo que nos toca con esfuerzo y empeño, es decir, hacerlo bien.

"Y todo lo que esté en tu mano hacer, hazlo con todo empeño" Ecl. 9:10a.  

¿Cuantas cosas hacemos mediocremente, cuantas cosas las hacemos solo para cumplir con el compromiso, pero mal hechas? , particularmente me fijo en el voluntariado, en como aceptamos apoyar la obra en la iglesia pero con mediocridad, hacemos bien aquello por lo que nos pagan económicamente, pero hacemos mal lo que ofrecemos voluntariamente.

Dios es un Dios de excelencia, lo muestra aún en los detalles que se describen cuando se establece el tabernáculo y la construcción del templo, a El no le gusta cualquier cosa, El espera que lo que hagamos, lo hagamos bien, sea en la iglesia, en la casa o en el trabajo.

A veces nos gusta tener nuestra casa bien arreglada, bien decorada, bien pintada y tenemos el templo de cualquier forma, no me refiero a lujos, pero un lugar que no está remachado o pensado de cualquier forma.  Igual con el servicio que prestamos, debemos estar concientes que trabajamos para el Señor, y lo poco que se nos ha puesto en las manos, necesitamos aprender a ser fieles y hacerlo bien.

¿Que sucede con el trabajo?, también allí somos llamados a hacer bien las cosas, los cristianos deberíamos esforzarnos por ser los mejores empleados, con el debido equilibrio que esto implica.

¿En la casa?, pues allí también necesitamos esforzarnos, para agradar a nuestro esposo, para que nuestros hijos recuerden el mejor lugar, su casa.  

Hoy he ampliado el menú de mi casa, me encanta preparar algunos platillos diferentes y disfruto de ordenar la mesa, decorarla y hacer que los tiempos de comida que pasamos juntos con mi familia sean placenteros para todos, no solo por el ambiente pero también porque comemos rico.

Chicas, hagamos todo lo que Dios puso en nuestras manos con empeño, disfrutemos hacerlo, cuantas cosas hace Dios a través del esfuerzo que ponemos en agradarle, la obediencia tiene frutos y buenos frutos.



martes, 21 de octubre de 2014

Te irá bien si temes a Dios

Creo que todos nos hemos preguntado alguna vez ¿porque hay cosas malas que les suceden a los buenos? y ¿porque los malos no se mueren en vez de que muera gente buena?, pensamos que las maldades pasan desapercibidas del Señor, también creemos que sus beneficios por causa de obedecerle y vivir en rectitud nunca se darán.  

Pero el bien aparente para el que actúa mal podrá ser por un tiempo, o sencillamente parecer bien pero en realidad ser mal.  He visto gente mala tener buenas temporadas, gozar de dinero y aparente bienestar, pero Dios tarde o temprano pasa la balanza y dura cosa es caer en manos del Dios vivo.  

Salomón hizo esta reflexión, el también se pregunto como es que al malo parece a veces irle bien, pero su conclusión afirma que Dios obra en justicia y no le irá bien al que no teme a Jehová.  "Ahora bien, aunque el pecador haga cien veces lo malo, y sus días se prolonguen, con todo yo también sé que les irá bien a los que a Dios temen, los que temen ante su presencia,  y que no le irá bien al malvado, ni le serán prolongados sus días, que son como sombra; por cuanto no teme delante de la presencia de Dios." Ecl. 8:12-13.

En un mundo donde gobierna el mal, no es de sorprendernos de tanta maldad, el corazón del ser humano se ha enfermado y desde allí maquina el mal para los demás, ¿tenemos que preocuparnos?, ¿necesitamos correr y escondernos por causa de tanto mal?, no.  La Palabra nos recuerda que Satanás es el Dios de este siglo pero nuestro Dios es más poderoso, el venció en la cruz del calvario y derrotó allí al enemigo.  Además podemos abrazar sus promesas para nosotros y los nuestros y creer que Dios va de nuestro lado, pues mayor es el que está en nosotros que el que está en el mundo.  Confiar en que aunque un ejercito se levante en contra nuestra, no temerá nuestro corazón  y aunque se levante guerra, estaremos confiados pues Dios es poderoso gigante que pelea la batalla por nosotros.

Estamos en este mundo, pero no pertenecemos a el, somos ciudadanos del reino de Dios, debemos poner toda nuestra confianza en El Señor, trabajar por su obra y por el establecimiento de su reino en este mundo.  Si le obedecemos y nos disponemos a poner nuestra mirada únicamente en el, entonces gozaremos de su presencia, de su cuidado y sobre todo del galardón que El ha preparado para los que le aman.





lunes, 20 de octubre de 2014

Confiando en que lo mejor está por venir

Es costumbre de los seres humanos anhelar los tiempos pasados, siempre pensamos que antes todo era mejor.  Es muy común escuchar, me acuerdo que antes las convenciones de jóvenes eran buenas y que pasaba esto y aquello..., me acuerdo que antes la música era bien sana, recuerdo que antes no había tanta violencia, me acuerdo que cuando yo era niña... y así pensando siempre que los tiempos mejores estaban viendo hacia atrás.

Pero la Biblia nos anima a pensar diferente, el sabio Salomón en Eclesiastés nos insta lo siguiente: "Nunca digas: ¿Cual es la causa de que los tiempos pasados fueron mejores que estos? Porque nunca de esto preguntarás con sabiduría.".  Esto me recuerda al pueblo de Israel, Dios lo había sacado de Egipto, los había puesto en libertad y los llevaba a una tierra mejor, pero ellos seguían añorando el pasado.

¿Porque añorar el pasado?, acaso el mismo Dios que hizo maravillas en el pasado no puede hacer aún mejor todas las cosas en el presente y en lo que viene.  Pero al aferrarnos al pasado,  solo servimos de obstáculo para que el plan de Dios avance, porque en el Señor siempre hay esperanza y por lo tanto lo mejor siempre está por venir.

Alabo a Dios porque lo mejor para mi familia está por venir, porque lo mejor del llamado que El nos hizo está por venir, porque con solo una familia y una iglesia que se disponga a hacer la diferencia, entonces aún podemos pensar que lo mejor para esta nación está por venir.

Para que lo mejor suceda es necesario permitir a Dios que actúe en nosotros, si nos cambia a nosotros, entonces cambiará nuestra familia, si cambia nuestra familia puede cambiar la ciudad, si cambia la ciudad puede cambiar la nación y con un cambio en la nación podemos cambiar el mundo.  
Todo comienza permitiendo a Dios obrar en nuestra vida, cerrando los oídos a todo aquello que no viene de Dios y viendo únicamente al Invisible, y así, claro que tenemos la seguridad en el Señor que hemos comenzado una nueva etapa, pues lo mejor para nosotros está por venir. ¡Gloria a Dios! por esta confianza que ha puesto en nuestro corazón.

viernes, 17 de octubre de 2014

La Unión hace la Fuerza


Por allí dicen divide y vencerás, lamentablemente se aplica más a lo malo que a lo bueno, es así como se dividen iglesias, se dividen las familias, se divide una nación y se divide el matrimonio; quizás el mayor vencedor es el enemigo espiritual que todos tenemos, pero los que participan de los pleitos que ocasionan la división no se dan cuenta que son los grandes perdedores.

La Biblia, nos habla de que la unión hace la fuerza, y me encanta recordar esto, sobre todo las personas que estamos casadas, que cuando vienen los conflictos deseamos tirar la toalla.  Pues esto es lo que Satanás pretende, que tires la toalla y que no luches por tu familia, y allí entra en juego mucha gente, algunos que en forma religiosa pretenden  aconsejarte que es mejor dejar la batalla.  Esto nos convierte en grandes perdedores, donde los mayores dañados son nuestros hijos.

Pero Salomón en su reflexión de la vida nos hace ver la importancia de unirnos en medio de las dificultades, resaltando las grandes ventajas de permanecer unidos y no dejarnos vencer por las diferencias.
 
"Más valen dos que uno, porque obtienen más fruto de su esfuerzo.
10 Si caen, el uno levanta al otro ¡Ay del que cae y no tiene quien lo levante!
11 Si dos se acuestan juntos, entrarán en calor; uno solo ¿cómo va a calentarse?
12 Uno solo puede ser vencido, pero dos pueden resistir.  ¡La cuerda de tres hilos no se rompe fácilmente!

Definitivamente que me anima el pensar que vale la pena luchar por el matrimonio, yo he tenido muchas dificultades en el mío como todos los que nos casamos, pero estoy agradecida de que vamos superando nuestras diferencias y estamos determinados a caminar nuestra vida juntos.

Hay alguien interesado en hacer que nuestras familias se rompan, el sabe que la vida es mucho mejor y más fácil cuando caminamos tomados de la mano con la persona que Dios puso a nuestro lado, pero su tarea es robar, matar y destruir.  Luche por su familia, defiéndala frente a todo, si alguno cae, ayúdelo a levantarse, resista a la adversidad, ceda, deje a un lado el orgullo, seguramente cuando los años hayan pasado, podrá decir valió la pena.


jueves, 16 de octubre de 2014

Contentas con lo que Dios nos dió


Me encanta cuando Pablo nos habla de lo que hoy se conoce como la ley del contentamiento, es decir estar alegre en la abundancia y alegre en la escacez, pues la vida tiene facetas donde estamos bien económicante y otras donde hay dificultades, pero el nos señala que se debe tener contentamiento cuando se está en cualquiera de estas etapas.

Generalmente las personas en esta sociedad consumista nunca están contentas con lo que tienen, si tienen un celular, desean otro mejor; compraron una Dell, pero quieren una Apple, tienen casa, pero les gusta más la del vecino, nunca se está contento y mucho menos agradecido por lo que se tiene.

En este afán de tener más y ser mejores o procurar el mejor estado, muchos permiten que el descontento entre en sus vidas, dejan de ver las bendiciones y las bondades dadas por Dios y comienzan a querer lo que otro tiene, aspirando aún la vida de otros y se contaminan con la envidia.

También de la envidia nos habla Salomón,  señalando "Vi además que tanto el afán como el éxito en la vida despiertan envidias. Y también esto es absurdo; ¡es correr tras el viento!" Ecl. 4:4Es absurdo vivir en función del éxito o fracaso ajeno, esto es dejar de vivir y perder el gozo por causa de la vida que nos tocó vivir.

Si vemos en dirección de los más ricos o los que parecen estar mejor que nosotros, seguramente perderemos la perspectiva correcta, es decir, la conciencia de que somos bendecidos pues Dios nos permite mucho más que a la gran mayoría , además no deberíamos pretender que el éxito se centra únicamente en la riqueza o un buen puesto, quizás si entráramos a esas casas que anhelamos nos daríamos cuenta de que dentro de ellas hay más sufrimiento que alegría, enfermedad y no salud, depresión y pleito; quizás estas familias tienen el producto de una vida que lo único que hizo fué acumular riqueza.

Contrario a esto, vale la pena saber que hay muchos que han aprendido a contentarse con lo poco, esto no es conformismo, es estar seguros de que haciendo lo mejor que se puede hacer y dando lo mejor para esta vida, aún no tocó una vida de ostentisidad, pero si una vida de paz, de amor, de verdadera comunión con la familia, donde la lucha de uno es la lucha de todos.

Por otro lado, valdrá la pena ver en dirección de los que tienen menos que nosotros, los que comen una vez al día, mientras usted tiene 3 tiempos asegurados todos los días del año; afanados por comprar un celular de último modelo, mientras en algunos lugares mueren porque no tienen acceso a un centro de salud con lo mínimo.

Amigas, no permitamos que el  mal del descontento nos invada y traiga en nosotros envía y anhelo por lo que no hemos podido tener, tengamos un corazón agradecido por lo que ya Dios nos dió y dispongámonos a compartir con otros que tienen menos.  Un corazón contento y agradecido es lo que busca Dios en nosotros.

miércoles, 15 de octubre de 2014

"Cosechemos Justicia"


Seguramente usted al igual que yo se ha sentido indignada e incapaz de ver las injusticias de la vida, y si ha tenido la oportunidad de ver la pobreza extrema en la que viven millones de personas aún mayor habrá sido la indignación.

Mientras unos pocos derrochan en lujos, una mayoría sufre por no tener ni lo básico, hablo de alimentación, comida, oportunidad para ir a la escuela.  Eso fué lo que ví mientras viajaba a una comunidad de mi país y donde una mujer amablemente me ofreció lo único que tenía en su casa, una tortilla con sal.

Muchos dicen que Dios es injusto al permitir esto, pero en realidad la injusticia la comete el hombre, el que con su poder de decisión obra en mal para los demás.  Aquellos que al tener el poder de una nación, olvidan que fueron electos y llamados para servir y no para servirse, se construyen mansiones, viven derrochando y viajan por doquier "pero sabe que de todas estas cosas te juzgará Dios" dice la Biblia.

Salomón de igual manera hace ver el comportamiento injusto del ser humano,  "He visto algo más en esta vida: maldad donde se dictan las sentencias, y maldad donde se imparte la justicia. Pensé entonces: «Al justo y al malvado los juzgará Dios, pues hay un tiempo para toda obra y un lugar para toda acción.»  Ecl. 3:16-17.  y nos recuerda que Dios juzgará el comportamiento de los que habiendo podido hacer lo bueno, no lo hicieron.  Es decir que no solo el que comete la injusticia peca por ello, también aquellos que pudiendo hacer la diferencia aún en lo pequeño prefieren llamarse al silencio y permitir los actos injustos.  La Biblia al respecto claramente señala "el que sabe hacer lo bueno y no lo hace, le es pecado".

Hay muros de casas ostentosas construidas con cimientos de sangre, de la sangre de una nación que muere por falta de comida, por falta de empleo por falta de un servicio digno de salud.  Pero no quedará impune el pecado y la injusticia, pues Dios que ve todo, juzgará toda acción.

No nos conformemos estando bien nosotros, es necesario que aún nosotros procuremos ayudar a los que están en peor condición, es bueno que aún nosotros practiquemos la justicia con la empleada de nuestra casa, pues de lo contrario somos igual que los que criticamos.  

Muchos creen que la balanza se pasa hasta que morimos, pero aún en vida a algunos les toca padecer por causa de lo que decidieron sembrar, "no os engañeis, Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará". 

martes, 14 de octubre de 2014

Haz el Bien sin Mirar a Quien

No nos cansemos de hacer el bien, porque si no nos cansamos a su tiempo segaremos. Gal. 6:9  

Cuantos de los dichos que escuchamos de nuestros abuelos o padres están basados en la Biblia, aunque vale la pena aclarar que no es siempre el caso.  Quizás usted recuerde aquel dicho de haz el bien, sin mirar a quien; esto es muy relacionado con la invitación que Salomón nos hace en Eclesiastés 3:12, "Yo sé que nada hay mejor para el hombre que alegrarse y hacer el bien mientras viva".

Este pensamiento es muy contradictorio a la filosofía del mundo actual, pues la mayoría desean hacer el bien solo a los que les hacen bien a ellos, y vengarse de los que les hacen mal, pero igual se nos enseña que no hay mayor sacrificio en amar a los que nos hacen bien, el sacrificio está en amar a los que nos dañan o que procuran nuestro mal.

La petición de hacer el bien siempre puede no ser fácil, pero sin duda hacerlo traerá bienestar a quien actúe así.  La Biblia también nos enseña que "todo lo que el hombre sembrare, eso también segará", si uno siembra bien, segará bienestar; y si siembra maldad para otros, no será de extrañarse que esa maldad se traducirá en maldición para el que lo procure alcanzando esta maldad también a su familia.

Amadas, estamos en este mundo, pero no somos de este mundo, somos ciudadanas del reino y como tal debemos vivir.  No se trata de ser tonto, se trata de entender que si alguien nos hace mal,  no debemos meternos en pleito contra esa persona, pero si saber que hay una batalla espiritual que librar y vestidos de la armadura de Dios, podemos  ganar esa batalla.

Bendecid a los que os maldicen, amad a vuestros enemigos, no se cansen de hacer el bien son frases reiteradas en la Biblia,  se nos invita a procurar el bienestar de los demás, pues si no nos cansamos a su tiempo segaremos.

En un tiempo donde la maldad es el actuar diario de muchos, dispongamonos a hacer el bien, Dios dará a cada quien su recompensa.  Mantengámonos firmes en la fe, escudriñemos la escrituras y vivamos una vida de oración, si estamos cerca de Dios, tendremos fuerzas para hacer el bien, sin mirar a quien, pero además podremos responder con valentía las asechanzas del enemigo, pues si Dios es con nosotros ¿quien contra nosotros?, además mayor es el que está en nosotros que el que está en el mundo.

Dios les bendiga




lunes, 13 de octubre de 2014

¿No Tengo Tiempo?

Me he descubierto a mí misma diciendo en diversas ocasiones, no tengo tiempo.  Al parecer esta corta frase, es una de las más repetidas en esta era posmoderna, la gente estudia, trabaja, se involucra en miles de cosas y por supuesto que lo que menos tiene es tiempo.

¿Que nos enseña la Escritura en relación a este mal?, pues dice exactamente todo lo contrario; en Eclesiastés capítulo 3 se nos hace ver que hay tiempo para todo, por lo tanto decir que no tenemos tiempo es solo una excusa o una validación de que algo estamos haciendo mal.

¿Porque no nos alcanza el tiempo?

1. Porque hemos establecido mal nuestras prioridades, esa es la reflexión a la que llegué cuando escribí mi libro "Cada Cosa en su Lugar", pues cuando las prioridades están en desorden, lo demás también lo está.

2.  Hacemos más de lo que realmente podemos hacer.  Es un mal del ser humano no poder decir no, lo que significa que cuando menos lo acordamos estamos llenos de compromisos que resultan difícil de cumplir, no porque no seamos capaces de hacerlo, si no porque el tiempo no alcanza.  Es allí cuando comenzamos a decir, no tengo tiempo.

3. Porque no actuamos con sabiduría, entendiendo que hay cosas que no podemos hacer en ciertas etapas de nuestra vida, aún cuando anhelemos hacerlo, llegará el momento en que podremos hacerlo.  Esto pasa cuando tienes hijos pequeños, quizás tu quisieras dedicar tiempo para aprender a nadar o tocar un instrumento y no encuentras el tiempo para hacerlo.  En este momento la prioridad son los hijos, están en etapa de formación y requieren un apoyo más cercano, pero llegará el tiempo en que podrás dedicarte a realizar algunos de los sueños que tienes en estado de pausa.

¿Como manejar nuestro tiempo?
  1. Establece tus prioridades, las prioridades orientan nuestros recursos, tanto financieros, humano, como el recurso tiempo.
  2. Revisa las actividades a las que estás dedicando tiempo, quizás hay algunas que habrá que dejar.
  3. Establece un plan de metas que te ayuden a aprovechar bien el tiempo.  No coloques un plan de largo plazo, proponte metas semanales y si fuese necesario metas diarias.
  4. Aprende a decir no, ¿cual es tu norte en este sentido? son tus prioridades y tus metas, cada vez que te ofrezcan realizar algo pregúntate, ¿Esto está dentro de mis prioridades?, ¿Me ayuda a cumplir mis metas o las obstaculiza?
La Biblia nos enseña que hay tiempo para todo, así que como buenos administradores, debemos aprender a usar bien el tiempo que Dios nos da, recordando que los tiempos son malos, que la vida es corta y por lo tanto debe ser nuestra meta aprovechar con sabiduría el tiempo que Dios nos de en este mundo.




viernes, 10 de octubre de 2014

La Mejor Herencia

El corazón del hombre genera muchos proyectos, pero al final se cumplen los designios del Señor. Pr.19:21

Cuantos conflictos se generan hoy por razón de herencias, escuchamos historias de hijos que mataron a sus padres para quedarse con lo que ellos trabajaron, o hermanos que matan a sus hermanos por acaparar toda la heredad o padres despojados con trampas de sus posesiones por sus hijos.  Y es que como bien lo señala Salomón en Eclesiastés 2:12-26, trabajamos mucho y lo que tenemos se lo dejamos a personas que no sabemos si serán sabias o no.

Cuando pensamos en herencia pensamos en posesiones o en riqueza material, muchos padres se esfuerzan y aún ni duermen pensando en como dejar algo a sus hijos cuando mueran.  La reflexión de Salomón al respecto es "dejamos cosas a gente que nunca movió un dedo...esto es un mal enorme".

Pues en el afán de dejar una herencia material, o en el deseo de dejar a nuestros hijos además como herencia una buena educación, es decir educación bilingue, trabajamos y trabajamos para que sepan otro idioma, que estén en una escuela reconocida, pero descuidamos la formación.  Es decir que les heredamos conocimiento pero no les fomentamos la formación del carácter.

En medio de una sociedad carente de valores, donde la vida no se respeta, y donde no robar es ser tonto, será necesario meditar en aquello que de verdad vale la pena heredar.  ¿Cual debe ser nuestro legado?

  • Heredemos valores y principios basados en la Escritura (nos referimos a enseñar sobre la importancia de la honradez, el trabajo, la integridad el respeto), no debemos pretender que porque nosotros somos honrados, nuestros hijos son honrados, debemos dedicar tiempo a enseñarles estos valores, muchos de los corruptos de los que escuchamos en los medios son hijos de gente que es honrada, pero que descuidó la formación de sus hijos.
  • Heredemos la perspectiva correcta del uso del dinero.  "Raiz de todos los males, es el amor al dinero".  El problema de endeudamiento de la nación es solo el reflejo del problema de endeudamiento en una mayoría de los hogares del pais.  Gente que ambiciona y no precisamente para compartir o hacer el bien, si no para derrochar.  Necesitamos de una nueva generación de personas que aprenden sobre el buen uso del dinero, que entienden que más bienaventurado es dar que recibir, que no pactan para que sus deudas sean pagadas, si no que se esfuerzan por cumplir con los compromisos asumidos.
  • Heredemos amor a Dios, con un modelo de vida que refleja este amor, no en público, si no en privado donde nadie nos ve más que nuestra propia familia.  Heredemos el reflejo de Cristo en nuestras propias vidas, un modelo que no necesite hablar.
  • Enseñemos sobre las prioridades correctas de la vida, no traslademos cargas a nuestros hijos producto de no tener en claro cuales deben ser las prioridades correctas.  
  • Herede aprender a disfrutar de la vida, con las dificultades que trae la vida misma, con las complicaciones que surgen, pero enseñeles que hay una sola vida, que es corta y por lo tanto hay que saber vivirla y también disfrutarla.
Esta herencia valdrá más que las posiciones materiales, y si se enfoca en esto y además deja herencia material, entonces podrá estar confiado de que sus hijos honrarán su herencia aún cuando no les costó, pues los valores que formó en ellos les harán tener el carácter necesario para vivir integramente la vida, es decir vivirla bien.

jueves, 9 de octubre de 2014

Un devocional enfocado en las necesidades de las mujeres basado en Eclesiastés


¡Viva sin Afán!

Hay dos frases muy comunes  hoy día, una es "estoy cansada", la otra es "no tengo tiempo.  Eso es porque la agenda de muchas mujeres está llena para cada día de la semana y el agotamiento les visita a diario.  No es de extrañar que algunas enfermedades actuales sean específicamente de esta época, a nuestras madres y abuelas -por fortuna- no les tocó vivir esto, hablo del estrés y la depresión.

En el capítulo 2 de eclesiastés nuevamente Salomón en su reflexión de vida, nos habla de como realizó grandes obras y se entregó a varios placeres, concluyendo que de todo lo que hizo lo único que consiguió fué afanarse, no sancando provecho de nada de aquello en lo que se había afanado.

No se si te suena familiar, pero es que a veces no podemos ni disfrutar por causa del agotamiento que tenemos, eso pasa cuando celebramos un cumpleaños, nos afanamos tanto en prepararlo y que todo salga tan perfecto para agradar a los demás, que terminamos agotadas y hasta enojadas.

También sucede que nos afanamos por razones económicas, trabajamos mucho, nos preocupan las deudas, también nos preocupa quedarnos sin trabajo.  En lo particular he aprendido quien es mi proveedor, no es mi esposo, tampoco es el trabajo que actualmente tengo, mi proveedor es El Señor, el me provee en este momento a través de un trabajo y a través de mi esposo, pero si alguno de los dos quedara sin empleo, El buscaría la forma de proveernos a través de otros medios.  Esto es entender los principios bíblicos y la vida del reino, así que para que preocuparse.

Pero la mayoría no entendemos que Dios está al control de todo, en realidad a las mujeres nos gusta tener el control de las cosas y por eso cuando las cosas no salen como lo planificamos nos estresamos, nos cargamos y nos enfermamos.

¿Cual es su afán en este momento?, es su empleo, son sus estudios, son los problemas matrimoniales, dificultades con sus hijos o dificultades económicas; "tomad mi yugo dice el Señor (es ligero y lo podemos cargar) y producto de ello hallaremos descanso para nuestras almas".  Otro versículo dice, "por nada estéis afanosos, si no sean conocidas tus peticiones delante de Dios".  Cualquiera que sea tu afán, eso que te quita el sueño y te está robando la vida y el poder disfrutar de ella, quiero decirte que hay una salida, es entregar -pero de verdad- esa carga a Dios, entregarla en oración y dejar que el tome el control.

Dios tiene el control de todo, nosotros tenemos el control de casi nada, así que si pensamos un poco nos daremos cuenta de que es ilógico pretender afanarnos por cosas que no podemos controlar.  Amigas dejemos las cosas a Dios, disfrutemos la vida aún en medio de las dificultades que trae con ella, al que obedece al Señor debe saber que El aún las cosas malas que suceden las permite para nuestro bienestar, pues a los hijos de Dios TODAS LAS COSAS les ayudan a BIEN.

Las invito mañana a leer el capítulo 2:12-25 y además les invito a dejar sus comentarios en mi blog karenrosales-escritora.blogspot.com es de gozo saber que fué de bendición para usted.
 


miércoles, 8 de octubre de 2014

Lo que Realmente Importa

Alguna vez has pensado en lo corta que es la vida, cuando acordamos el tiempo ha pasado tan rápido y decimos como me ha dicho mi mamá  "hace poco tenía 15".  Y cuando tenemos la oportunidad de reflexionar y ver hacia atrás nos damos cuenta de como desperdiciamos el tiempo en cosas que no valen la pena, como bien lo diría Salomón "pasamos corriendo tras el viento" y descuidamos lo que es de verdadero valor.

Vanidad de vanidades dice Salomón, otra versión lo menciona como "que absurda es la vida".  Pues claro que es absurda, miremos las paradojas de nuestro tiempo:  Queremos casas más grandes, pero tenemos familias más chicas. Trabajamos por tener una gran casa, en la que no pasamos. Gastamos más y pero no tenemos tiempo para disfrutar. Hemos multiplicado nuestras posiciones, pero reducido nuestros valores.  Luchamos por la limpieza y el cuidado del medio ambiente, pero andamos un interior sucio.  Nos endeudamos por posesiones, y no dormimos por causa de esas deudas.

¿Que provecho saca el hombre de tanto afanarse? (Ec. 1:3), es una buena pregunta, porque nos afanamos tanto.
  • Por vanagloria, para jactarnos de lo bien que hacemos algo, de lo preparado que somos, de lo bien que nos va.
  • Por ambición, pues no nos conformamos con lo que tenemos, siempre queremos más, aunque eso implique no tener tiempo para disfrutar lo que tenemos.
  • Por búsqueda de reconocimiento, casi pagamos porque nos honren, no hemos entendido que la verdadera honra viene de Dios y no de hombres que muchas veces solo buscan quedar bien con nosotros para aprovecharse.
  • Porque desde esa plataforma vemos de menos a los demás.
Mucho afán pero nunca nos saciamos con lo que tenemos, dos trabajos y poco tiempo en familia, pero eso si un buen televisor para que ellos vean sus programas favoritos en nuestra ausencia.  Niños deformados por la empleada, por la tele, por el Ipod, por el Ipad.  El rico quiere más, el poderoso quiere más y también el que no tiene mucho quiere más.  No hay contentamiento.

Creemos que estamos haciendo cosas grandiosas en el trabajo y nos dedicamos tanto a eso, pero el proverbista dice no hay nada nuevo (v.9), la gente nos olvidará (v. 11).  Esa es la realidad, ahora la gente le saluda, le llama, le adula, mañana no tendrán memoria de usted.

¿Donde entonces debemos invertirnos, que es lo que realmente importa?, Es su Familia, es su esposo, son sus hijos, eso es lo más importante.  Invertirnos en ellos, en formarles, en dejarles el precioso legado de amar a Dios con todo su corazón, alma y fuerzas, a valorar la vida y lo que realmente importa en ella.

Disfrute la vida, el trabajo se hizo para vivir y no la vida para trabajar, tener ese enfoque es perder la perspectiva de Dios, no se enoje por tonterías, dedique tiempo a lo que realmente vale.  Haga su parte, pero no trate de hacerle el trabajo a Dios, deposite su confianza en El y sepa que El es Dios, todopoderoso al control de todo.

Le invito a seguir este blog y a sumarse a tener su devocional diario con el libro de Eclesiastés.  Dios le bendiga.